jueves, 12 de julio de 2012

Llegada de nuestros ancestros a San carlos


Aquí debemos hacer una aclaración, o mejor dicho, sentar una aparente contradicción: Está claro que el Paul Tron casado con Catherine Grill, tronco de origen de nuestras familias, era hijo de Jean Pierre, como lo atestiguan los documentos de la Chiessa Valdese de Torre Pellice y de los cuales tenemos copias; pero en los documentos disponibles aquí, específicamente el Registro Genealógico del Circuito protestante de San Carlos del pastor Weimüller, de 1888, figura que este Paul es hijo de Paul y de Catherine Menuzan, nacido el 25-12-1819, datos que, efectivamente, corresponden con un Paul Tron de Villeseiche, primo de nuestro antepasado. No hay documentos que avalen lo dicho por Weimüller, y a la fecha de su investigación, ya Paul había muerto, por lo que debemos creer en una confusión, o tal vez Paul vino efectivamente con los documentos de su primo por razones que desconocemos. En los registros de la Iglesia Protestante de Esperanza está asentada la muerte de un Paul Tron, nacido el 25 de Diciembre de 1819, esposo de Catherine Grill, el 7 de Diciembre de 1882. La contradicción es evidente. La partida de nacimiento que tenemos de Paul Tron, nacido el 17-11-1844, dice que es hijo de Paul Tron, (hijo de Jean Pierre y de Jeanne Michelin);  y de Catherine Grill su legítima esposa. El Paul Tron de los registros esperancinos, casado con Catherine Grill, es hijo de Paul Tron y de Catherine Menusan. El mismo Paul, entonces, tiene distintos padres, distintas edades, distintas fechas de nacimiento. Es por ahora imposible saber la verdad.
Otros datos provenientes de un libro de Gastón Goris, "Los colonizadores suizos de la Colonia San Carlos hasta 1860", nos dicen que las familias de Pablo Tron, de 51 años, ( de allí la fecha de nacimiento en 1809), junto a su familia, (Catalina, de 47 años, Juana de 21, Margarita de 19, Catalina de 17, Mariana de 13, Pedro de 9 y Magdalena de 5), junto a la de Marta Costantin de Tron  con sus hijos, y las familias de Juan Pedro Jacumin, Juan Esteban Pons, y David Bert, llegaron a San Carlos el 13 de Junio de 1860. Mejor dicho, ese día fueron censadas estas familias, que pudieron llegar uno o dos días antes. De hecho, en el "Diario del colonizador Enrique Vollenweider ", de Gastón Goris, en las anotaciones correspondientes al día 11 de junio de 1860 se lee "se enviaron dos carros al paso de Santo Tomé a buscar las familias que llegaron de Génova". Seguramente se refiere a estas familias, las primeras de origen valdense que pisaron suelo sancarlino y, creo, también las primeras en pisar suelo argentino. Como se puede apreciar, no se nombra a Pablo entre los hijos del inmigrante llegado, y algunas edades no son correctas (Juana y Margarita), en la familia de Marta de Tron se omite a su hija menor, Marta. Son errores que complican un poco la investigación, pero siguiendo los distintos documentos en los registros sucesivos, se llega a la conclusión que es una sola familia, ya que los datos luego, en los matrimonios y decesos, coinciden con los de las partidas de nacimiento que tenemos en nuestro poder.
Lo cierto e indiscutible es que las familias de Paul-Catherine Grill, y de Jean Pierre- Martha Costantin, decidieron emigrar hacia la Argentina. Podríamos preguntarnos el porqué de esta decisión. Tal vez la situación en los valles no fuera la óptima, las tierras eran escasas, pero bien podrían haber salido hacia la llanura del Po, o hacia Torino. Creo que hay dos razones a tener en cuenta: la primera es el antecedente de familias valdenses que habían emigrado dos años antes, procedentes del Val Pellice, y que habían quedado en Uruguay, donde las cosas aparentemente funcionaban bien. Las noticias que llegaban eran sin duda comentadas en todos los valles. La segunda razón es la campaña que desarrolló la Compañía Beck & Herzog, que había firmado con el gobierno de Santa Fe un contrato de colonización, por el cual el gobierno cedía a la compañía un área de terreno de veinte leguas cuadradas, para ser ocupada por colonias agrícolas y establecimientos industriales, donde debían instalarse "al menos cincuenta familias no menores de tres personas, laboriosas y morales elegidas escrupulosamente en Europa".Este contrato se firmó en Santa Fe el 25 de noviembre de 1857, y los terrenos estaban ubicados entre los arroyos Saladas y Las Tunas, y originarían,  entre otras, la colonia San Carlos.
Como la Compañía tenía sede en Basilea, en la Suiza francoparlante, tierra de calvinistas con muy buena relación con los valdenses de los valles, la propaganda llegó a los valdenses e inclusive suscitó ásperas discusiones en el seno de la Iglesia, con detractores y auspiciantes de la idea de emigrar. Evidentemente, nuestros antepasados habrán considerado la propuesta, ya que la Compañía adelantaba las tierras y los elementos de labranza a pagar con trabajo, a saber, un tercio de lo producido, durante 5 años, para luego ser propietarios. No era una mala propuesta, era una buena oportunidad, a pesar de que el interés sobre los adelantos que se otorgaban para viaje eran usurarios,  y los Tron partieron para la Argentina. Por ese entonces, como vimos,  sólo tres familias del Val San Martín acompañaron a los Tron.  En años siguientes, y sobre todo a partir de 1870, serían numerosas las familias valdenses que emigrarían a San Carlos.
Los Tron partieron de Génova, probablemente en Marzo o Abril de 1860, viajando en vapor hacia la Argentina. Sabemos que el contrato con la compañía representada por Carlos Curti se firmó en Génova el 31 de enero, siendo cónsul de la Confederación Argentina el sr. Vicente Picassso. No logré averiguar el nombre del vapor ni las fechas de partida y llegada, pero se sabe que a San Carlos llegaron en junio de 1860, seguramente el día 11. Cabe preguntarse aquí porqué el contrato se firmó en Génova, tan lejos de los valles, y no en Pinerolo, donde otro representante de la Compañía, el Sr Bleinet, reclutaba familias para que emigraran a San Carlos. No tenemos la menor idea de este asunto. Además, en el citado libro de Goris, "Los colonizadores...", se dice que el contrato se firmó en Génova el 31 de Enero de 1859. Parece raro que fuese tanto tiempo antes, pero es posible.
Seguramente, nuestras familias llegaron, como tantas otras, remontando el Paraná en barco, desde el puerto de Buenos Aires, para tomar luego el Salado hasta el paso de Santo Tomé, donde esperaba la chalupa de la empresa para desembarcarlos, para subir luego a las pesadas carretas tiradas por bueyes, que lentamente se deslizarían por la llanura, en busca del destino final. No menos de dos días de marcha  para llegar a la Colonia. Imaginemos a estos inmigrantes, acostumbrados a ver montañas por doquier, de golpe con todo el horizonte por delante, un terreno llano, sin casi ninguna ondulación, salpicado de monte espinoso, tan distinto a sus valles. ¿Qué pensarían, qué temores, qué ansiedades los embargarían?. Finalmente arribaron a la ranchada grande, donde se alojaban los recién llegados hasta que les levantaran su propio rancho. Allí los recibió Enrique Vollenweider, administrador de la Colonia,  hombre severo, que les explicó cuáles eran sus parcelas de tierra , les entregó el reglamento de la Colonia, muy estricto, que debía cumplirse al pie de la letra so pena de expulsión; y se instalaron.
Según el contrato, cada familia recibía 20 cuadras cuadradas (unas 33 hectáreas), de tierra laborable, los materiales necesarios para la construcción de un rancho, dos yuntas de bueyes, dos caballos de tiro, dos vacas lecheras con sus terneros, semillas para sembrar 20 jukart de maíz, 10 de trigo, 2 de maní, 4 de batatas, y 2 de legumbres, y víveres suficientes hasta la primera cosecha. La batería de cocina, las herramientas y arneses debían proveerlos los mismos inmigrantes, por lo que seguramente fueron trasladados en sus baúles, juntamente con la ropa.
A Paul y familia les correspondieron ocho parcelas de tierra, las identificadas con los números de concesión 107.5, 108, 108.5, 109, 118, 119, 119.5. y 120.5. A Marta Costantin, viuda de Jean Pierre, dos parcelas: 87 y 98.5. Posteriormente a su hijo mayor, Juan Santiago, le correspondieron otras dos parcelas. Las parcelas estaban al sur de San Carlos Sur, a unos 5 km de donde está ahora el pueblo. Estos datos surgen de un censo de 1872, por lo que no sabemos si todas estas tierras las tuvo Paul desde el principio; más probablemente las adquirió luego, ya que las 20 cuadras iniciales pasaron a su propiedad tras cinco años de labor, es decir, en 1865.
La obligación de cada familia era cultivar al menos 20 jukarts el primer año, y al menos 50 al 5º año. Parece poco (20 jukart son aproximadamente 8 hectáreas), pero consideremos: tierra virgen, seguramente con monte, y herramientas sumamente elementales. En el caso de Paul, sólo él era adulto acostumbrado a labores rurales, su hijo Paul tenía sólo 15 años, Jean Pierre tenía 9, y las mujeres tenían: Jeanne, 23; Margherite 21; Catherine 17, Marianne 13 y Marie Madeleine 4 años. Seguramente toda la familia puso manos a la obra para labrar la tierra, sembrar el trigo y el maíz, las legumbres y hortalizas, para esperar la cosecha con una enorme esperanza.
En la ranchada grande, estaban los almacenes, el centro sanitario, y el lugar destinado a Iglesia, donde se celebraban los cultos, a cargo del pastor protestante radicado en Esperanza, que predicaba en alemán y en francés. Por lo que sabemos, la ranchada grande estaba en la actual plaza de San Carlos Sur.

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