Aquí debemos hacer una
aclaración, o mejor dicho, sentar una aparente contradicción: Está claro que el
Paul Tron casado con Catherine Grill, tronco de origen de nuestras familias,
era hijo de Jean Pierre, como lo atestiguan los documentos de la Chiessa Valdese de
Torre Pellice y de los cuales tenemos copias; pero en los documentos
disponibles aquí, específicamente el Registro Genealógico del Circuito
protestante de San Carlos del pastor Weimüller, de 1888, figura que este Paul
es hijo de Paul y de Catherine Menuzan, nacido el 25-12-1819, datos que,
efectivamente, corresponden con un Paul Tron de Villeseiche, primo de nuestro
antepasado. No hay documentos que avalen lo dicho por Weimüller, y a la fecha
de su investigación, ya Paul había muerto, por lo que debemos creer en una
confusión, o tal vez Paul vino efectivamente con los documentos de su primo por
razones que desconocemos. En los registros de la Iglesia Protestante
de Esperanza está asentada la muerte de un Paul Tron, nacido el 25 de Diciembre
de 1819, esposo de Catherine Grill, el 7 de Diciembre de 1882. La contradicción
es evidente. La partida de nacimiento que tenemos de Paul Tron, nacido el
17-11-1844, dice que es hijo de Paul Tron, (hijo de Jean Pierre y de Jeanne
Michelin); y de Catherine Grill su
legítima esposa. El Paul Tron de los registros esperancinos, casado con
Catherine Grill, es hijo de Paul Tron y de Catherine Menusan. El mismo Paul,
entonces, tiene distintos padres, distintas edades, distintas fechas de
nacimiento. Es por ahora imposible saber la verdad.
Otros datos provenientes de
un libro de Gastón Goris, "Los colonizadores suizos de la Colonia San Carlos
hasta 1860", nos dicen que las familias de Pablo Tron, de 51 años, ( de allí
la fecha de nacimiento en 1809), junto a su familia, (Catalina, de 47 años,
Juana de 21, Margarita de 19, Catalina de 17, Mariana de 13, Pedro de 9 y
Magdalena de 5), junto a la de Marta Costantin de Tron con sus hijos, y las familias de Juan Pedro
Jacumin, Juan Esteban Pons, y David Bert, llegaron a San Carlos el 13 de Junio
de 1860. Mejor dicho, ese día fueron censadas estas familias, que pudieron
llegar uno o dos días antes. De hecho, en el "Diario del colonizador
Enrique Vollenweider ", de Gastón Goris, en las anotaciones
correspondientes al día 11 de junio de 1860 se lee "se enviaron dos carros
al paso de Santo Tomé a buscar las familias que llegaron de Génova".
Seguramente se refiere a estas familias, las primeras de origen valdense que
pisaron suelo sancarlino y, creo, también las primeras en pisar suelo
argentino. Como se puede apreciar, no se nombra a Pablo entre los hijos del
inmigrante llegado, y algunas edades no son correctas (Juana y Margarita), en
la familia de Marta de Tron se omite a su hija menor, Marta. Son errores que
complican un poco la investigación, pero siguiendo los distintos documentos en
los registros sucesivos, se llega a la conclusión que es una sola familia, ya
que los datos luego, en los matrimonios y decesos, coinciden con los de las
partidas de nacimiento que tenemos en nuestro poder.
Lo cierto e indiscutible es
que las familias de Paul-Catherine Grill, y de Jean Pierre- Martha Costantin,
decidieron emigrar hacia la Argentina. Podríamos preguntarnos el porqué de
esta decisión. Tal vez la situación en los valles no fuera la óptima, las
tierras eran escasas, pero bien podrían haber salido hacia la llanura del Po, o
hacia Torino. Creo que hay dos razones a tener en cuenta: la primera es el
antecedente de familias valdenses que habían emigrado dos años antes,
procedentes del Val Pellice, y que habían quedado en Uruguay, donde las cosas
aparentemente funcionaban bien. Las noticias que llegaban eran sin duda
comentadas en todos los valles. La segunda razón es la campaña que desarrolló la Compañía Beck &
Herzog, que había firmado con el gobierno de Santa Fe un contrato de
colonización, por el cual el gobierno cedía a la compañía un área de terreno de
veinte leguas cuadradas, para ser ocupada por colonias agrícolas y
establecimientos industriales, donde debían instalarse "al menos cincuenta
familias no menores de tres personas, laboriosas y morales elegidas
escrupulosamente en Europa".Este contrato se firmó en Santa Fe el 25 de
noviembre de 1857, y los terrenos estaban ubicados entre los arroyos Saladas y
Las Tunas, y originarían, entre otras,
la colonia San Carlos.
Como la Compañía tenía sede en
Basilea, en la Suiza
francoparlante, tierra de calvinistas con muy buena relación con los valdenses
de los valles, la propaganda llegó a los valdenses e inclusive suscitó ásperas
discusiones en el seno de la
Iglesia , con detractores y auspiciantes de la idea de
emigrar. Evidentemente, nuestros antepasados habrán considerado la propuesta,
ya que la Compañía
adelantaba las tierras y los elementos de labranza a pagar con trabajo, a
saber, un tercio de lo producido, durante 5 años, para luego ser propietarios.
No era una mala propuesta, era una buena oportunidad, a pesar de que el interés
sobre los adelantos que se otorgaban para viaje eran usurarios, y los Tron partieron para la Argentina. Por ese
entonces, como vimos, sólo tres familias
del Val San Martín acompañaron a los Tron.
En años siguientes, y sobre todo a partir de 1870, serían numerosas las
familias valdenses que emigrarían a San Carlos.
Los Tron partieron de
Génova, probablemente en Marzo o Abril de 1860, viajando en vapor hacia la Argentina. Sabemos
que el contrato con la compañía representada por Carlos Curti se firmó en
Génova el 31 de enero, siendo cónsul de la Confederación Argentina
el sr. Vicente Picassso. No logré averiguar el nombre del vapor ni las fechas
de partida y llegada, pero se sabe que a San Carlos llegaron en junio de 1860,
seguramente el día 11. Cabe preguntarse aquí porqué el contrato se firmó en
Génova, tan lejos de los valles, y no en Pinerolo, donde otro representante de la Compañía , el Sr Bleinet,
reclutaba familias para que emigraran a San Carlos. No tenemos la menor idea de
este asunto. Además, en el citado libro de Goris, "Los
colonizadores...", se dice que el contrato se firmó en Génova el 31 de
Enero de 1859. Parece raro que fuese tanto tiempo antes, pero es posible.
Seguramente, nuestras
familias llegaron, como tantas otras, remontando el Paraná en barco, desde el
puerto de Buenos Aires, para tomar luego el Salado hasta el paso de Santo Tomé,
donde esperaba la chalupa de la empresa para desembarcarlos, para subir luego a
las pesadas carretas tiradas por bueyes, que lentamente se deslizarían por la
llanura, en busca del destino final. No menos de dos días de marcha para llegar a la Colonia. Imaginemos
a estos inmigrantes, acostumbrados a ver montañas por doquier, de golpe con
todo el horizonte por delante, un terreno llano, sin casi ninguna ondulación,
salpicado de monte espinoso, tan distinto a sus valles. ¿Qué pensarían, qué
temores, qué ansiedades los embargarían?. Finalmente arribaron a la ranchada
grande, donde se alojaban los recién llegados hasta que les levantaran su
propio rancho. Allí los recibió Enrique Vollenweider, administrador de la Colonia , hombre severo, que les explicó cuáles eran
sus parcelas de tierra , les entregó el reglamento de la Colonia , muy estricto, que
debía cumplirse al pie de la letra so pena de expulsión; y se instalaron.
Según el contrato, cada
familia recibía 20 cuadras cuadradas (unas 33 hectáreas), de tierra laborable,
los materiales necesarios para la construcción de un rancho, dos yuntas de
bueyes, dos caballos de tiro, dos vacas lecheras con sus terneros, semillas
para sembrar 20 jukart de maíz, 10 de trigo, 2 de maní, 4 de batatas, y 2 de
legumbres, y víveres suficientes hasta la primera cosecha. La batería de
cocina, las herramientas y arneses debían proveerlos los mismos inmigrantes,
por lo que seguramente fueron trasladados en sus baúles, juntamente con la
ropa.
A Paul y familia les
correspondieron ocho parcelas de tierra, las identificadas con los números de
concesión 107.5, 108, 108.5, 109, 118, 119, 119.5. y 120.5. A Marta Costantin,
viuda de Jean Pierre, dos parcelas: 87 y 98.5. Posteriormente a su hijo mayor,
Juan Santiago, le correspondieron otras dos parcelas. Las parcelas estaban al
sur de San Carlos Sur, a unos 5
km de donde está ahora el pueblo. Estos datos surgen de
un censo de 1872, por lo que no sabemos si todas estas tierras las tuvo Paul
desde el principio; más probablemente las adquirió luego, ya que las 20 cuadras
iniciales pasaron a su propiedad tras cinco años de labor, es decir, en 1865.
La obligación de cada
familia era cultivar al menos 20 jukarts el primer año, y al menos 50 al 5º
año. Parece poco (20 jukart son aproximadamente 8 hectáreas ), pero
consideremos: tierra virgen, seguramente con monte, y herramientas sumamente
elementales. En el caso de Paul, sólo él era adulto acostumbrado a labores
rurales, su hijo Paul tenía sólo 15 años, Jean Pierre tenía 9, y las mujeres
tenían: Jeanne, 23; Margherite 21; Catherine 17, Marianne 13 y Marie Madeleine
4 años. Seguramente toda la familia puso manos a la obra para labrar la tierra,
sembrar el trigo y el maíz, las legumbres y hortalizas, para esperar la cosecha
con una enorme esperanza.
En la ranchada grande,
estaban los almacenes, el centro sanitario, y el lugar destinado a Iglesia,
donde se celebraban los cultos, a cargo del pastor protestante radicado en
Esperanza, que predicaba en alemán y en francés. Por lo que sabemos, la
ranchada grande estaba en la actual plaza de San Carlos Sur.
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